En torno a “Beleza.Mas agora a gente faz o que com isso?
El disco empieza como un musical clásico coloreado. Es lo primero que pienso. “Por tu beso tengo fe en la madrugada. Ya no tengo miedo del futuro” . A veces pienso que aprendí portugués para poder entender a la primera algunos versos.
Rubel canta bonito, siento que hizo caso a cierta queja antigua. Me molesta que gente que podría cantar bien se conforme con cantar aceptable.
El disco habla de milagros desde la primera canción. Como si su autor hubiese leído mi hilo de anoche.
Suena un crujido de una silla y suena la primera versión. Una traducción de A la ventana Carolina.
Rubel suspira. Reluce Ouro. Entonces empiezo a comprender que el disco es alguien confesandolo todo. Con esa valentía suicida y esa confianza que nunca se equivoca.
Por fin entiendo el título. Y ahora qué hacemos con todo esto.
Toma todo lo que soy y mira a ver si aún así quieres quedarte. Ouro es un hombre complaciendo. Disfrutando, quién sabe si por primera vez, de dedicarse en cuerpo y alma al placer de otra persona.
Un latido para y empieza azul bebé. Que es más de lo mismo. Incendios. Explosiones. Locura. Lucidez. Cómo puede ser estar mirando algo tan aparentemente íntimo y que vaya más de mi que de Rubel.
Enamorarse es un milagro que no todas las personas experimentan. Saber que te puedes conectar así con alguien cambia el mundo incluso aunque te preguntes si volverá a pasar. Si la chispa crecerá o se extinguirá definitivamente.
Rubel traga saliva en Pergunta ao tempo. Recuerda a su padre muerto. Llega el vértigo. El miedo a que eso tan importante acabe. Sabiendo de todas formas que si acabase tampoco acabaría del todo. Prometiendose cuidar el tesoro de todas las maneras posibles.
Y de pronto es nochevieja. La nochevieja antes de que la chispa creciese. Antes de las vacaciones de verano. Del bikini azul. La nochevieja en que se prometió follar mejor. Esta vez de verdad. Hasta qué punto ella llegó o se quedó porque él había entendido por fin algo importante expresado de una forma tan aparentemente banal. Follar mejor. Transar mejor. Suena mejor en portugués.
Ouro es un hombre disfrutando por primera vez de dedicarse en cuerpo y alma al placer de otra persona. Ya no hay duda.
La siguiente canción es una mujer poniendo límites. Tú eres el q se esconde. Tú eres el q no sabe qué coño es el amor. Tú quieres atarme. Y yo estoy aquí desnuda. Redonda. Viva. Aclarate o déjame en paz.
Su novia me cae bien.
Praticar a teimosia. Ser cabezota. “Ser idiota para poder soñar”. A veces alguien te cuenta algo importante como si fuese una anécdota más. Y cuando entiendes lo que está ocurriendo algo hace click para siempre. Ese vínculo, pase lo que pase, será siempre irrompible. No sé hasta qué punto Rubel es consciente. Pero empieza Reckoner en un falsete casi angelical. Una versión que parece un mensaje en clave.
Beleza etc. es una confesión pública. Un desnudarse valiente y a la vez simple. Esas ganas de gritar que eres feliz y quieres recordar para siempre esa felicidad, porque la vida, ya se sabe, a veces se pone durisima.
Termina el disco y suspiras. Y no quieres volverlo a poner todavía. Quieres encajar sus piezas en tu vida.
Benditos quienes hacen arte de su felicidad. Y más en estos tiempos. Benditos quienes se atreven a enseñarlo todo así. Benditos y sabios. Porque entienden de sobra que en el fondo sólo nos están poniendo delante de un espejo. A mirarnos los tejidos vitales, el brillo de los ojos, los lugares remotos donde lo universal resuena y se hace minúsculo. Propio. Tuyo.
Beleza. Muy bien. Y ahora qué hacemos con esto? Exprimirlo. Disfrutarlo. Quién sabe si será solo una chispa, si sabrá crecer. Hacerse enorme. Como este disco tan pequeño. Tan como empezar a registrar una chispa por si esta vez prende