Cajón Desastre

PeriRossi

Cristina Peri Rossi: «El imaginario que despierta la palabra «exiliado» es masculino. Pocas mujeres escritoras se exiliaron para no sufrir una doble discriminación: sudamericana y escritora.»

Tags: #Entrenovistas #PeriRossi

marzo 5, 2019

LITERATURA POESÍA

Cristina Peri Rossi es una escritora clave de la literatura en castellano. Ha escrito ensayo, novela, cuento y poesía, creando una obra en la que reflexiona en profundidad sobre temas como el amor, el deseo y el exilio.

¿Cómo definirías el deseo?

No existe “el deseo” sino deseos, diferentes, múltiples y en cada caso son la expresión de nuestra subjetividad. Tal es así que a nadie se le ocurre preguntar “por qué a Laura le gusta Ester». Partimos de la base de que el deseo no es «razonable», sino íntimo, personal e intransferible. Por otro lado, la industria intenta imponernos deseos de consumo múltiples y colectivos, «marcas» y esto es igual para un auto que para una canción. Por tanto, hay un deseo social diferente al sexual, como hay otros deseos (dinero, fama, éxito) no sexuales, aunque a veces se erotiza hasta el dinero.

¿Cómo crees que afecta la tensión entre haberte educado en una sociedad heteropatriarcal y haber vivido tu deseo no hetero y no vinculado directamente a los hombres?

Hasta 1973 la asociación Internacional de psiquiatría consideraba que la homosexualidad era una enfermedad mental, por tanto, un deseo no heterosexual era estar loca. El psicoanálisis no mejoró mucho las cosas, porque considera que las mujeres sienten envidia del pene (literal y simbólica) y que la madurez psíquica de una mujer es el orgasmo vaginal. El sufrimiento, la angustia, la represión, los suicidios, la soledad que todo esto causó son incalculables. La sexualidad, como otras manifestaciones del patriarcado, consideraba a la mujer como reproductora, ama de casa u objeto sexual. Electroshocks, comas insulínicos, matrimonios a la fuerza, hospitalizaciones de por vida…esos eran los instrumentos de castigo para el deseo lesbiano. Muchísima represión y muchísimo dolor. Y discriminación. Pero siempre hay alguien que lucha y sufre y se levanta. Soy completamente consciente del papel que he jugado con mi obra, con mi vida y de las discriminaciones que he sufrido. Conozco otras escritoras que por no pagar ese precio viven ocultando sus relaciones, como si fueran machos adúlteros y la sociedad las halaga, las premia, las reconoce. Hacen como si… la sociedad (o sea, el patriarcado) siempre preferirá a una lesbiana oculta a una asumida, a la cual le reprochará, además, no ocultarse.

Leer más...