Cajón Desastre

rosalía

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He visto la actuación de la Rosy unas 20 veces desde anoche. Entera. Casi 4minutos. Se me pasan en un suspiro y a la vez siento que me está contando una historia larguísima.

Empieza a cantar y hay una descarga en mi nuca y mis hombros. Un estremecimiento. Cuando ya me voy recuperando llega el “devoramos vivos como fieras” y vuelve.

Un poco después hay un amor gritado, cuando ya han empezado las palmas, y otra vez esas olas en las vértebras. El siguiente devoramos vivos no tiene nada que ver con el primero. Es otra historia. Solo esos dos matices tan distintos diciendo el mismo verso me parecería una genialidad pero es que encima está todo lo demás. Y cuando acaba me emociono. Cada vez. Aunque no la esté mirando los ojos aguados.

Que haya gente que diga que no le transmite absolutamente nada para proceder a decir que es que como la Jurado nada, me parece marciano. Porque entiendo q no te guste nada la versión. Pero creo que lo que les pasa a muchos es que les incomoda cuánto expone.

Es como esa gente a la que les molesta ver a otros besándose apasionadamente por la calle. Algo que para mi es un falso pudor y tiene más que ver con lo que no te atreves a expresar o quizá nunca has sentido. Pero eso es lo de menos. Porque la capacidad de incomodar desde lo frágil, hacer lo contrario que la Jurado que ponía esa coraza de aparente fuerza, me parece genial.

La Jurado escondía lo roto. Ella lo enseña. Te lo rompe en la cara cada vez. Ambas fueron dos decisiones artísticas. Ambas válidas y potentes cada una en su estilo. Yo creo que a la Jurado le habría flipado lo que ha hecho Rosalía.

Y creo que es una cosa simplísima si lo piensas. Jurado cogió a esa mujer rota de Alejandre y dijo: “no me da la gana de romperme, voy a convertir la canción en una armadura a puro grito”. Y lo hizo y es espectacular.

Casi 40 años después viene Rosalía y dice: bueno, venga. Vamos a romper la armadura. Vamos a enseñar lo roto y a ver qué pasa.

A mi me ha pasado de todo por el cuerpo. Y sobre todo ha conectado con algo muy personal que tengo, de lo que hablo muchísimo: lo que me hace fuerte es saber mis fragilidades. No necesitar esconderlas. El final de Rosalía me parece una genialidad. Una demostración de fuerza que envidio.