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¿Era Maradona Dios? No. Era un señor con un talento descomunal para el fúmbol al que le hicieron creer que era dios.
¿Era Maradona una víctima? No. Era un adulto que tomaba malas decisiones constantemente porque se creyó que era dios y no escuchaba a quienes le avisaban de que por ese camino iba mal
¿Al pobre Maradona no lo cuidó nadie pero se aprovecharon de él? Pues mira, ni idea, yo recuerdo unas imágenes cuando era pequeña de su mujer llorando desconsolada con dos niñas pequeñas al lado, pidiendo ayuda y me impactaron más que los toques al papel albal desde la banda en Sevilla. Soy así de rara. Y me pregunto a quién cuidó él y por qué eso no puede ni mencionarse.
¿Es que ahora no nos puede dar pena que se muera una leyenda del fúmbol? Sí, claro, muchísima. Faltaría más. Que no se diga que los hombres no tienen sentimientos. Llorad su muerte como mejor os parezca. Todos esos vídrios de coña con el anuncio antidroga que nos lleváis compartiendo en grupos de guasap décadas eran de la misma admiración que expresáis ahora en público y sin matices.
¿Pero qué queréis feminazis locas del coño? Que no aprovechéis la muerte de un señor que jugaba muy bien al fúmbol para justificar violaciones a menores, violencia contra las mujeres. Nosotras siempre pidiendo cosas muy irracionales, serán las hormonas.
Que no intentéis justificar esos comportamientos con anécdotas chorras que presuntamente demuestran la grandeza moral del personaje (daba una homilía a sus compañeros del Sevilla que le escuchaban atontados porque era muy sencillo, no porque le encantase ser el puto centro de atención. No le concedía entrevistas a los periodistas soberbios pero sí a los humildes porque era muy justo y no porque cualquier soberbia ajena le pareciese un insulto a su grandeza y su deidad y para demostrar que nadie era más soberbio que él. Y así hasta la nausea. Literal)
Queremos también, sería bonito, que entendieseis que justificar la violencia contra las mujeres daña a las mujeres que sufren violencia por parte de hombres que dicen quererlas y que se puede hacer el ACOJOHOMENAJE al fumbolista que cuando jugaba bien jugaba mejor que nadie, sin necesidad de convertirlo en un santo y un mártir.
Y plantearse por qué cuando se muere un dios del fúmbol del que muchos que ahora se dan golpes de pecho se llevan riendo años, sentís la necesidad de poneros más papistas que el Papa.
Desde fuera suena a esa cobardía y ese gregarismo tan de macho que tanto daño hace a todas las mujeres del mundo. Hoy ya no es 25N, de la violencia contra nosotras ya nadie habla ni por cumplir. De lo majo que era un maltratador vamos a estar oyendo hablar por lo menos mes y medio.